La depilación, dependiendo del método hay que realizarla con el tiempo suficiente para evitar enrojecimientos aunque siempre cabe algún que otro retoque. Se puede optar alternativamente por la decoloración en alguna zona como en los brazos, a pesar de que siempre sea mejor la eliminación total.
La manicura: importante cuidar las manos porque serán centro de fotografías y de miradas. Las uñas deben estar cuidadas al máximo con largo medio, de forma tirando a cuadrada. Nunca rojas ni colores fuertes, mejor en tonos porcelana, rosa claro o beige. Las manos suaves mediante cremas no grasas aplicadas regularmente y protegidas por guantes ante trabajos manuales en los últimos días. En general en toda la piel del cuerpo debe conseguirse una gran suavidad con una crema exfoliante.
El peso: esos días estarán llenos de nervios y lo natural es adelgazar. Por ello conviene comer bien para que no se note en la cara ni en el vestido.
El moreno: Es indudable que el vestido blanco resalta más sobre un bonito bronceado, no demasiado exagerado. Mejor dorado que marrón. Lo preferible es el moreno natural, con precaución de que sea progresivo y limitado para evitar que la piel se "pele". Si es imposible tomar el sol, siempre están los rayos UVA o las cremas bronceadoras.
El relax: los días antes deben ser un cúmulo de relajación, aunque nunca de obsesión. Si la novia trabaja no debe dejar de hacerlo por mucho que se acerque la boda, pero siempre ha de tomarse los problemas con menos importancia de lo habitual y dejar las decisiones importantes, si dan margen, para el regreso posterior. En cualquier caso, el día de la boda hay que desayunar, y almorzar en caso de bodas vespertinas, bien pero con comida suave: fruta, verduras, cereales sin fritos, dulces, embutidos alcohol o café.
El novio: El novio también debe cuidarse adecuadamente igual que la novia. El cuidado de la cara para estar reluciente ese día es fundamental. Los machismos inútiles no deben impedir aplicaciones de cremas hidratantes durante los días anteriores y cremas preparadoras del afeitado.
Para aquellos novios con barba cerrada y complicada de borrar, pueden dejarse unos días sin afeitar pero siempre lo justo para que ese día no se produzcan granos e irritaciones por tener demasiada barba.
Los novios no tienen el mismo problema con el cabello que las novias y no tienen que cortarse el pelo el mismo día, pudiendo hacerlo mejor unos días antes para evitar el feo efecto de recién cortado en un hombre. El mismo día deben peinarse bien, y si hace falta para dejar sujeto el pelo, aplicar gomina.
La manicura también es fundamental, las uñas deben estar perfectamente perfiladas, limpias, cortas y delimitadas. No sobran tampoco unas manos suaves aplicando una crema exfoliadora y suavizante.
El maquillaje es pertinente, en especial en las ojeras: pero siempre suave y muy suelto.
Ni que decir tiene que el afeitado debe ser impecable, y en caso de barba, perfectamente recortada y limpia. Ante los nervios, muchas veces es mejor acudir a un profesional para evitar cortes y maximizar el acabado.
En cuanto al peso y relax, sirve lo mismo enunciado para la novia: mantener el peso para que el traje siente bien, y alejar los nervios todo lo que sea posible.
Ambos novios: Unos meses antes de la boda, deben apuntarse a clases de bailes de salón para estar preparados para el gran baile nupcial y causar buena sensación ante la atenta mirada de todos los invitados. Evidentemente, si ambos novios son expertos y avezados bailarines, este trámite sobrará.
Unos días antes los novios deben conversar sobre lo que esperan del día de la boda, tener ensayado el guión de la ceremonia y de la boda en general, el protocolo, la atención a los invitados, hablar sobre las personas que el otro novio aún no conoce, etc. Todo para que haya las mínimas sorpresas y sí las hay, que sean todas agradables.
Dos días antes conviene que ambos novios conversen sobre el paso que van a dar, se declaren su amor y se ilusionen con su vida en común. Todo el romanticismo que se ponga en ese día no sobrará.
Y el día antes, es preferible que los novios no se vean ni se pongan en contacto a no ser que sea demasiado necesario, y si lo es, siempre a través de intermediarios. El no ver al otro novio, potenciará el deseo de encontrarse el día de la boda, la añoranza y hará más mágico el instante en el que el novio reciba a la novia en el altar, o en la antesala del ayuntamiento. Y ese toque de misterio, de sorpresa y de desconocer los movimientos del otro, añade mas emoción.
En caso de que los novios ya convivan juntos, sería aconsejable pasar ese día previo en casa paterna, y en su defecto en casa de un amigo.
Ese día, los novios pueden, siempre por separado, dedicarse al relax: escuchar su música preferida, dar largos paseos, tomar un buen baño o someterse a una larga sesión de masaje o de Spa. Compartir el día con la familia directa para estar arropado por ella tampoco es mala idea.
Por último, en la noche anterior, los novios deben dormir mucho y bien, a pesar de los nervios. Poner dos o tres despertadores, aunque parezca exagerado, tranquilizará para no estar toda la noche pendiente de no dormirse. Y por la mañana, es bueno despertarse con música relajante, procurando que nadie ponga nervioso al novio o novia. Todo ha de ir controlado y sin excitación.
Fuente: www.miboda.com
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